TESTIMONIOS

Fernando:

La Naturaleza ya no como escenario, sino como extensión de mi interior, de mi intensión, de mi mismo, de mi esencia, de mi cuerpo, de mis anhelos.
Liviandad, tranquilidad, pecho calido, mente suavizada, Paz. Cuerpo presente, estoy vivo y soy consciente.

Hortensia:

Excelente contacto con la Naturaleza, como nunca lo había experimentado.
Sorprendida con lo que ha salido de mi propio ser.
Armonía que se encuentra entre el yo y el entorno.
Un muy lindo trabajo de terapia. Me siento muy relajada y renovada.

Cristina:

A mi siempre me ha costado entrar en mi misma, el llegar a ese grado de sensibilidad y sentir la naturaleza tan intensamente. Podía sentir como la naturaleza era parte de mi, como entraba en mi y sobre todo como empezaba a vivir en mi. Como los vientos bailaban en mi interior. Y como con cada exhalación sentía que dejaba todo lo que me hace mas pesada (o mis lastres). Se iban yendo hasta dejarme completamente liviana y libre.

Ximena:

Fue una experiencia exquisita, la sensación de poder encontrarme conmigo misma, en cada parada de esta ecoterapia, me llena de alegría; y además poder aflorar de mi todo lo que tenía guardado y que sola no era posible sacar. Sin querer queriendo descubrí algunas cosillas que tenía muy guardadas para mi.
Me voy tranquila y con una nueva experiencia en mi vida.

Sandra:

La experiencia vivida hoy fue muy enriquecedora, me dio el tiempo de poder mirar mi vida del día a día desde otra perspectiva. Darme cuenta de las cosas que me afligen y complican mi vida. Esta experiencia fue algo nuevo para mi, me gustó mucho el contacto con la naturaleza y conmigo misma, siento que logré conectarme y sentir sensaciones distintas.

Isabel:

La experiencia con la naturaleza permite encontrarse y salir del stress que se vive a diario. Por otro lado es un acercamiento a lo natural y recordar que existe una forma más sana y digna.
Permite un contacto con uno mismo impresionante, la forma de liberación, la escucha de la naturaleza y una excelente experiencia de concentración.

Erika:

Es una experiencia especial ya que tenemos pleno contacto con la naturaleza, y nos hace valorar mucho más la vida que nos rodea.
Lo que me marcó fue lanzar la piedra al río. En un momento me sentí que estaba flotando en los aires. Llegué al punto en que tenía toda una paz en mi interior. Vote todo lo que me ataba y recibí nuevas energías hacia mi persona.

Verónica:

Logré encontrarme y poder encontrar las emociones que tenía guardadas.
Me emocioné al recordar mi niñez con el aroma. El aire fresco, al entrar en mi organismo lograba refrescar mi espíritu y mi alma.

Yanela:

El motivo por el cual tome la caminata fue la necesidad de conectarme conmigo misma y encarar las barreras que no me dejaban avanzar.

Desde mi llegada mis dolores de cabeza se han vuelto algo más intensos, de aparición abrupta siempre asociados a momentos fuertes de mucha energía (bailando, durante la caminata).
A la caminata fui con mi mejor disposición, con algo de curiosidad por lo que venía.
A cada paso sentí que tenía que despojarme de algunas cosas (me costó al principio, pero luego vino una descarga muy fuerte).
En cada momento me sentí muy acompañada y bien guiada. También ha sido importante el lazo que se generó con mis compañeras de grupo.
Las sensaciones que se experimentan durante el trayecto son hermosas (olores, texturas), tener la necesidad imperiosa de volver a nacer, de limpieza. Doy gracias a Dios por regalarme esta oportunidad.

Marcia:

Tuve un importante desbloqueo corporal, ya que por un fin de año estresante y estrepitoso no tenía mi período por dos meses, y al llegar de la caminata tuve la agradable sorpresa como mi cuerpo volvía a estar bien.

Por otra parte, al botar uno de mis lastres, tuve una revelación: el lastre más importante que boté, se había convertido en una carga llamada arrepentimiento y culpabilidad por errores pasados. Resulta que descubrí que esos “errores” los cometí por no haber confiado en mis instintos, en mi vientre, en mi intuición.
Estoy aún más conectada con mi cuerpo y definitivamente más segura de que la felicidad está adentro, y no afuera.

Marjorie:

La actividad de caminar descalzas, sentir la tierra me conectó con la vida, podía asociar cada sentir de mis pies con diferentes etapas en la vida, la tierra suave como las alegrías y emociones positivas, las piedras como obstáculos en la vida, unos más dolorosos que otros, pero que sí se puede avanzar, tal vez un poco más lento, con un poco de dificultad, pero se puede. El camino en si fue también derribar miedos, en un momento cuando estaba muy cercana al precipicio, pensé que hasta ahí llegaba yo, que no sería capaz de cruzar las rocas, pero algo me ayudó y continúe el camino. Otro episodio importante fue el momento de recoger las piedras. Como estoy con una carga emocional importante, sentí que dejarlas en el estero me dejo la carga más liviana, pero lo más liberador sin duda fue bañarse en el estero.

Claudia:

Esta terapia me ayudó a volver al origen, a conectarme con la tierra, a sentir mi cuerpo en armonía con la madre tierra.

Hacer este recorrido en grupo, caminando juntos pero sin invadirnos, sólo acompañándonos, fue sentir que teníamos algo en común, que no eran necesarias las palabras. Conectarnos desde ese espacio sagrado para cada una, desnudo, sincera, y pude sentir que no estaba sola, que otros sienten y se interesan tal como yo en esta búsqueda. Creamos un lazo con el lugar y entre las participantes.

El camino como la vida, con obstáculos, con momentos de calma, con imprevistos, con estímulos maravillosos. El río como la energía de esta vida, le flujo constante, la oportunidad de renovarse, de limpiarse, de tener siempre donde ir, y de darse cuenta que no hay un fin, sólo transformaciones.
Simplemente vital para los que necesitan volver y algo revelador para quienes no han experimentado antes la conexión con el todo.

Roxana:

Mi experiencia fue buena y enriquecedora. Además cada dinámica era curiosa y a la vez entretenida al realizarla.
Me impregné totalmente con la Pachamama sin pensar en la llegada, en los insectos, el calor, sólo en reencontrarme ahora, y tratar un poquito mi inseguridad.

Llegué sintiéndome grande y orgullosa de mi por haber vivido esto tan especial y de que mi cuerpo, mi mente, y ojos hayan visto más allá de lo básico que pueden ver.